Hay momentos en los que uno no deja de pensar que “qué
bueno sería el no haber estado allí…. Pero estuve”.
Ayer, 21 de septiembre, tras la presentación de la
gente que conforma un gran proyecto llamado Tejina 2013, (algo que va mucho más
allá de la organización de unas fiestas tradicionales, la de los Corazones de
Tejina) mantuve unos momentos de charla con alguno de sus componentes y de una
cosa a otra hablamos de mi implicación (algún compañero y además amigo que me
pone más galones de los que tengo alabó mi entrega y trabajo… en fin hay amores
que…) en el Partido Socialista Obrero Español, lo digo sin acrónimo ahora para retomarlo
después y poner el acento en algún detalle que emborronaría esta reflexión.
Van a ser algo más de 13 años que estoy implicado
con el PSOE, 12 y pico militando. Un buen día, trabajando, en la segunda altura
de un andamio, recibí una llamada. La voz al otro lado sólo (en su estilo) dijo
e hizo una pregunta: ¿estás dispuesto a trabajar por el socialismo
democrático?, le respondí con mi torpeza dialéctica habitual que estaba
dispuesto a trabajar por la gente…y que qué podía hacer para conseguirlo. La llamada era
Javier Abreu, por entonces aspirante a Secretario General de la Agrupación
Socialista de La Laguna Centro, y así
comencé lo que yo entiendo mi trabajo, desde el socialismo, por los demás, como
miembro de la ejecutiva local de la Laguna Centro.
Casi lo segundo que descubrí de esta organización
era que no tenía Unidad de Acción, que se tomaban las decisiones, en un
municipio que por entonces no llegaba a tener 150.000 habitantes, en tres
entidades, independientes, sin conexión real, aunque si estatutaria, con
contabilidades separadas, con gastos dirigidos a tener sillas en sus sedes más
que en poner la silla en la calle y hablar con la gente del porqué de las
cosas, sin que un socialista pudiera trabajar por los vecinos de Taco si eras
de la Costa o viceversa, lleno de micro personalismos (patéticos), que
coartaban la verdadera solución que debe dar un partido político a la gente,
que es estar presente POLITIZANDO la vida real, sin PARTIDIZARLA (seguramente
he creado un palabro) y ofertando nuestras soluciones activamente y cueste lo
que cueste a los demás. Y que por lo tanto sin tener una Presencia Real en la
calle, ni de cargos ni de militantes.
Descubrí que muchos compañeros y compañeras creían
lo mismo. Que los concejales (y así lo obligábamos en nuestras asambleas),
debían de dar cuenta de sus acciones y sus propuestas al pleno. Las poníamos en
común aunque solo fuera en papel.
…y seguíamos trabajando…con el “hola guapísima” de
Yeray , que une y abre la puerta a que esa persona te cuente, te diga, te pida
y tu le puedas contar, decir y pedir también… Con la galantería de Gustavo “gentelman
rojo” que después de apabullar con su presencia, da todo lo que puede por
servir a los demás… Con la potencia verbal (y presencial) de Conchi que aporta educación,
igualdad y socialismo… Con la paz que oferta Antonio, marino que surcó mares
reales y políticos y que sabe que una tempestad no dura para siempre… Con el
impulso de Mario conocedor de que ser socialista es ser rojo y daltónico verde
a la vez… Con la coherencia de Carmelo que sigue clamando y me sirve aún de
faro, pero al que yo recuerdo siempre que el farero debe estar en la marea, no
en la bombilla…Con la lucha aterciopelada por la igualdad real de María Ana, de
la que sigo aprendiendo que de nada vale la discriminación positiva si no hay Igualdad
Real…Con la lealtad que oferta Jose Manuel por la que sigo teniendo la vitola y
medida... Con la generosidad de Olga que regala su experiencia y su socialismo …
con la voz de Roberto siempre profunda y siempre pendiente de que la voz de los demás sea oída … Con el amor
por La Laguna de Tomás que me inspiró de forma real el amor por esta tierra,
por sus gentes, sus tierras …con el método científico que siempre Sergio aporta
a cualquier reflexión y de que debe de ser así …. Con tantos otros y otras…
pero también con la exigencia por la transparencia, las cuentas claras y al
aire, con la exigencia en la comunicación, sin prejuicios ni complejos,
exigiendo la voz de la militancia, pidiendo a los alcaldes y portavoces que
estén todos los días de pié derecho con la gente, exigiendo dedicación,
compromiso, siendo compañero y dirigente, con, como dice mucho…, sus aciertos y
sus errores, con Javier Abreu.
Luchamos, y ganamos, para unificar y corregir ese
desaguisado en el 2005, con la unidad de acción generando una sola estructura,
optimizando medios, limando requiebros del pasado, sumando a mucha gente que
hoy por hoy es parte indispensable del proyecto, sin mirar a tras, pensando en
un futuro mejor para la gente,
Generamos sinergias y también molestamos a muchos
que pretendían, desde su torre, no bajar al terrero y bregar con la realidad, sin
querer (aunque pudieron) gobernar, que es como, por ahora, se pueden cambiar de
forma real las cosas. Pedimos más unidad y la dimos, lealtad y la demostraos,
regeneración y la hicimos. Pero he de decir que no fue una transacción equilibrada.
En 2010 decidí dar un paso a un lado y dejar mi
puesto de secretario de organización y coordinación de la Comisión Ejecutiva
Municipal de San Cristóbal de La Laguna, en la seguridad de que nada es para
siempre y nadie es imprescindible, pero dando por seguro, con la garantía de mi
trabajo, el realizado y por realizar, de que este proyecto es donde estoy,
donde creo que debo estar y donde creo que encontraremos lo mejor para servir y
dar soluciones a la ciudadanía.
En medio de esto campañas electorales, referéndums,
más campañas, más trabajo, encuentros, mítines, asambleas, más carteles y
encuentros…sacrificio…compasión y con pasión.
Nunca he ido en una plataforma electoral en un
puesto de salida. He apoyado los proyectos de otros compañeros y compañeras
porque democráticamente habían ganado los procesos internos que tenemos los y
las socialistas. Ya fuera el cartel repetido o inédito, fuera yo receptor de su
afinidad o no. Cumpliendo con lo que mis principios, que comparto con
centenares de compañeros y compañeras, me (nos) obligaban a hacer y me (nos)
impedían plantarnos al margen. Siempre en la primera línea de fuego, pues a mi
a ese grupo nutrido de compañeros y compañeras, nuestros principios y ese
extraño sentido de la lealtad y el deber nos impelían a dar la cara por un socialista; se llamara Santiago, Ignacio, Juan Fernando,
Juan Carlos, Aurelio o Gustavo, nos gustaran menos o nos gustaran más…porque su
apellido era siempre PSOE.
Como me decía al principio a mi mismo, y ahora
comparto con quien haya querido leer estas líneas: Hay momentos en los que uno
no deja de pensar que qué bueno sería el no haber estado allí…. Pero estuve. Y
daría todo lo que soy por volver a estar, porque gracias a eso soy quien soy:
Un socialista que sabe de donde viene, cuales son
las potencialidades y las carencias de donde vivo, que quiere, debe y puede
mirar al futuro con fuerza, pidiendo y trabajando para la igualdad real, la
transparencia, la militancia, la comunicación sin complejos, la presencia de
esta organización de los obreros y con lo obreros, de la gente y con la gente.
Queriendo que la gente tenga trabajo y siendo consciente de que no estamos solos,
que hay gente que no opina como yo y que debo respetar y acercarme. Pidiendo y dando dedicación exclusiva, más hoy
aún con la realidad más dura cada día, no puede haber ya un compañero o
compañera que intente, porque no lo conseguirá, darlo todo en distintos cargos.
Porque sigo trabajando por optimizar, por la eficacia y eficiencia, que en el
campo energético es hablar en verde y por lo tanto usar, sin menoscabar nuestro
patrimonio natural. Sin padrinos, con una sola madrina, la militancia. Que es
el apoyo de mis compañeras y compañeros, de aquellos y aquellas que desde hace
más de una década, y sin saberlo ninguno/a de nosotros/as desde antes de
conocernos, trabajamos por los mismos fines e ideales. Porque somos socialistas,
obreros y obreras, trabajadores y trabajadoras, que vamos de frente, sin pedir
nada más que compromiso por esta tierra, que es pedir el compromiso con la
gente, trabajar por la gente.
Es por ello que apoyo, incondicionalmente, a mi
compañero Javier Abreu, como delegado al 15º Congreso Insular de la Agrupación
Insular del PSOE de Tenerife, para que sea el Secretario General de los/as
Socialistas Tinerfeños/as y para que nuestro proyecto de compromiso con la
gente, que es realidad día a día en La Laguna, se comparta en Tenerife.
Salud y Victoria
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